Tuesday, May 10, 2005

TRAQUETOTITLAN (2)

Ya son las cinco pasadas. Por fin encuentro al imbécil ese del Fajardo. Está borracho junto al botadero de basura de El Virrey, en el sector sur oeste de la muralla de Ciudad Prohibida. Grita "proyankis, arrodillados, abran esa puerta" mientras agarra a patadas la enorme pared de concreto... No sé cómo logro meterlo arrastrado al jeep y lo saco de ahí antes de que nos acribillen. Oigo los motores a full de un par de helicópteros artillados a punto de salir y esos manes disparan sin preguntar si ven a alguien merodeando por la muralla. Arrancamos y Fajardo, por el espejo retrovisor, me mira aturdido, con los ojos perdidos. Con esa borrachera dudo que pueda cantar. Bueno, peor para él si la embarra. Yo cumplo órdenes y la orden es clara: conseguir a Fajardo y sus Imperiales de Rincón Rubí y llevarlos lo más temprano posible a la fiesta. No para de llover. En Bogotá nunca para de llover.

1 Comments:

Blogger wintermute said...

Dicen que despues de la lluvia viene la calma. Mentiras. Despues de la lluvia sigue la lluvia.

7:17 AM  

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