Esta es una carta que acabo de mandarle a la revista Rolling Stone y que, supongo, no publicarán, si acaso un par de párrafos...
Una vez más
Rolling Stone desconcierta con sus famosos listados. No tanto por el conjunto global de las 500 canciones, que está bien, pues ofrece una visión equilibrada del 'mainstream' del rock y del pop. Las dos primeras (
Like a rolling stone y
Satisfaction) no tienen la menor discusión, al igual que Aretha Franklin (
Respect), Marvin Gaye (
What goes on) y The Who (My generation) entreveradas entre las 20 primeras.
Lo que sí desconcierta es ver entre las diez primeras
Imagine (una sarta insulsa de lugares comunes),
Yesterday (un clásico pero de las salas de espera de las dentisterías y los halls de los hoteles) y la detestable
Hey Jude.
Bueno, desconcierta no es el verbo apropiado: al fin y al cabo se trata de
Rolling Stone. El verbo preciso es molesta.
¿Qué tienen que ver en una lista dedicada al rock esas tres canciones, más
Let it be que anda como de 20, que desde hace décadas forman parte del repertorio habitual de 'crooners', Tres Tenores y demás Caetanos Velosos y Gilbertos Giles dedicados al reciclaje abyecto? Dirán los editores que son las 'Mejores 500 canciones de todos los tiempos'. Muy bien: ¿entonces por qué no figuran allí
White Christmas,
Lady, be good o
Summertime? ¿O alguna canción de John Dowland, algún 'lied' de Schubert, de Mahler o de Reger? ¿O
La chica de Ipanema o 'standards' latinos como
O sole mio o
El manicero o
Piel canela o
Mi Buenos Aires querido o
Brasil que han divulgado en el llamado 'mercado anglo' Nat King Cole y los arriba citados tres tenores? Cualquiera de esas canciones es muy superior a
Yesterday, a
Imagine o a
Hey Jude.
Ah, no, es que es rock...
Pues si Yesterday, Imagine y Hey Jude es la imagen que
Rolling Stone quiere venderle del rock a las nuevas generaciones, pues no se asusten de que el rock ande tan mal y que los jóvenes encuentren mejores horizontes en la electrónica, la fusión o la llamada música del mundo. ¿Con qué cara le sostiene uno a sus hijos que según
Rolling Stone la mejor canción de Lennon es
Imagine, que
Yesterday es mucho más importante que
Sympathy for the devil o
Subterranean homesick blues o que I
am the warlus, para no salirnos de la trilogía Stones/ Dylan/ Beatles?
Sería muy bueno que
Rolling Stone publicara la nómina de su Colegio Cardenalicio para que el lector sepa quiénes son las 127 lumbreras que eligen esa lista. O que le digan a los lectores, con claridad y transparencia, que los editores acomodan las mil y pico canciones que nominan de tal manera para que aparezcan en los números redondos (150, 300) canciones notables como
Eight miles high de los Byrds o
You can't always get what you want. También sería interesante darnos a conocer cómo funciona el lobby allá adentro para que siempre se cuelen en los top 20 de sus listas los habituales embuchados de Bruce Springsteen.
Definitivamente las listas de
Rolling Stone son como la dentistería: un mal necesario.