MANIFIESTO HEREJE (2)

Vemos con simpatía el concepto de Utopía, visto como punto de referencia mas no como una meta.
En el hipotético caso de que llegare a hacerse realidad, la utopía dejaría de ser utopía y se convertiría en Verdad Absoluta y, al convertirse en Verdad Absoluta, perdería su verdadera razón de ser.
Los herejes somos el blanco preferido de los fascistas.
Entendemos por fascista cualquier proyecto hegemónico sin importar su naturaleza (político, religioso, filosófico, científico, deportivo, económico), sin importar si se le cataloga como de izquierda o de derecha. Stalin y SS Benedicto XVI y George W. Bush y Lenin y Hitler (y Uribe y Mancuso y Jojoy y tantos otros sátrapas de tercer orden) se dan la mano como conductores de procesos hegemónicos cuyo único objetico es destruir a quienes, desde su punto de vista y sus intereses, estamos en el Error.
Declaramos a Colombia territorio de naturaleza hereje, condición que conservará en la medida de que se conserven y promuevan sus dos principales riquezas: su diversidad biológica y su diversidad cultural.
Colombia, por su naturaleza hereje, no tiene plato nacional ni música nacional (así los fascistas intenten imponer a la fuerza el vallenato) y no debería tener árbol nacional, porque la palma de cera es un endemismo del piso térmico medio y frio de la cordillera Central, ni flor nacional, porque es imposible sembrar catleyas en La Guajira o en la cumbre del Páramo de las Hermosas.