MANIFIESTO HEREJE (1)

Los herejes estamos de acuerdo con el Tribunal de la Santísima Inquisición en un aspecto fundamental: vivimos en el Error.
Es más, por principio lo proclamamos como un logro: vivimos en el Error.
Error, con mayúscula, para distinguirlo de la simple equivocación, lo que no significa que no cometamos errores de pensamiento, palabra, obra y omisión todo el tiempo y a toda hora. Que no emitamos juicios con los cuales más adelante estaremos en desacuerdo.
El Error, entonces, no necesariamente es la mentira ni la falsedad.
El Error es la resistencia sistemática a la Verdad Absoluta.
A las Verdades Absolutas, porque en el Planeta Tierra lo único que circula son infinidad de Verdades Absolutas que chocan, se contradicen y se aniquilan entre ellas y, de paso, llevándose con ellas civilizaciones enteras.
Los herejes descreemos de las tres grandes Verdades Absolutas (las religiones monoteistas) que tanto han afectado el curso de la historia: Cristianismo, Islamismo, Judaismo.
Pero también de otras tantas Verdades Absolutas que pujan por imponerse a codazo limpio (desde la pelea a puños en una esquina hasta la guerra termonuclear). Progreso, Ciencia y Tecnología, Racionalismo, Nueva Era, Homeopatía, Neoliberalismo, Marxismo, Leninismo, Stalinismo...
No las negamos de plano. No abogamos por su destrucción. En todas ellas encontramos algún o algunos puntos de convergencia.
Sencillamente los herejes nos negamos a engrosar las filas de cualquier Verdad Absoluta.