Wednesday, December 14, 2005

DEBO CONFESAR...

...que echo de menos el sonido de la pólvora y el olor del musgo de los pesebres. En especial me hacen mucha falta en diciembre el sonido de los voladores y de los avioncitos. Del musgo también echo de menos los paseos con mis primos. Claro, era una salvajada traerse tres costalados de musgo para los pesebres familiares. Pero el paseo a un potrero en el borde de la Sabana, meterse a algún relicto de bosque de niebla y respirar humedad y respirar tierra, ese aroma que tanto me gusta se conservaba varios días en el pesebre. Luego el musgo se resecaba pero mantenía un olor delicioso.
El 24 y el 31 a las doce de la noche, subir a la terraza y ver totear decenas de voladores ajenos casi que al tiempo, ese es otro espectáculo navideño que echo de menos. No hay nada más lindo que un buen volador. No tengo nada contra la pólvora actual que echan en parques y centros comerciales. Es hermosa. Sobre todo una que al totear cae como si fuera una peluca del Pibe Valderrama. Pero el volador es irreemplazable. Esas extrañas síncopas que hacen los totes en su aleatoria manera de estallar.

6 Comments:

Blogger patton said...

Y el olor de la pólvora, nubes que decían ... "huele a navidad".

5:24 PM  
Blogger ^Bufalo^ said...

Comparto con ambos esa nostalgia. Especialmente el olor a Navidad que se sentía después del despegue de un volador o un avioncito (a los que se les doblaba la punta de las alas y podían despegar).

6:45 AM  
Blogger Bailarina said...

Don Eduardo, estoy de acuerdo con usted en lo del volador. Sin embargo me da nostalgia no poder sentir nostalgia por tan bellos recuerdos. Como soy de un modelo mucho más actual que el suyo pues no tengo ese tipo de recuerdos. Mis navidades han pasado en medio de la misma monotonía de siempre durante estos 22 años, sin ningún evento especial, ningún ritual o alguna cosa que haya pasado que me permitiera recordarla con vehemencia. Supongo que eso le pasará a nuestras generaciones futuras donde la Navidad cada vez tiene un cierto aroma comercial y menos espiritual. Bellos recuerdos. Saludos Don.

7:37 AM  
Blogger Kafre said...

Eduardo yo si recuerdo mucho las caminatas con mi mama al monte a cojer el musgo, me acuerdo salir muy de manana y volver al medio dia con un costal lleno de musgo o por lo menos ahast la mitad y el olor a naturaleza que quedaba en la casa era delicioso.

En cuanto a la polvora por lo menos usted tiene la oportunidad de verla en los centros comerciales aca en georgia la polvora es prohibida y la unica vez que uno ve fuegos artifiales es el 4 de jilio y de resto no mas.

10:04 AM  
Anonymous Anonymous said...

Me uno totalmente al homenaje hecho al volador. Yo también era de los que me subía a los techos a escuchar y ver tan magno espectáculo que duraba cerca de 5 minutos seguidos

:)

11:30 AM  
Blogger sandrusca said...

Yo extraño los globos. Verlos titubear, algunos arder, apenas pasando la barrera del segundo piso de la casa vecina. Los otros, flotaban como farolitos distantes...(y seguro incendiaban un arbol al caer, o eso me temía).

2:35 PM  

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