MADRES DE LA PLAZA DE MAYO

Hace pocos días las Madres de la Plaza de Mayo salieron a defender a las FARC y a darles ánimo en su lucha. No entiendo qué proceso mental ha llevado a estas valerosas mujeres a asumir tal posición. A ellas, que desde 1977 desafiaron a la dictadura argentina para que les entregaran pruebas de supervivencia de sus esposos, hijos y nietos desaparecidos y que, una vez terminada la dictadura, lucharon contra las leyes de perdón y olvido. Mujeres valientes, ellas, que lucharon contra el horror de la desaparición forzada, la tortura, el secuestro. Entonces... ¿Cómo se sienten representadas por una organización que trafica con drogas, asesina y desplaza campesinos e indígenas, que secuestra y trata como animales a sus víctimas? ¿Qué distingue al horror que propiciaron Videla, Massera, Galtieri y demás criminales de la dictadura argentina del horror que todavía provocan Marulanda, Jojoy, Reyes y sus compinches? ¿Será que las Madres de la Plaza de Mayo todavía creen en aquellas hipótesis de que hay muertos buenos y muertos malos, crímenes que se justifican porque ase cometen a nombre de la liberación de los pueblos? ¿De dónde sacarán las Madres de la Plaza de Mayo la información que las lleva a felicitar a las FARC por luchar por la liberación de los oprimidos en Colombia? ¿Les habrá comentado alguien que las FARC ante todo son narcotraficantes? ¿Será que estas valerosas Madres de la Plaza de Mayo siguen ancladas en las estructuras mentales del pasado, en las que guerrilla es sinónimo de izquierda y por ende de bondad y causa noble, y gobierno es sinónimo de derecha, maldad y crimen de estado?